«La carga de Cristo es tan leve que levanta; no serás oprimido por ella. Piensa que esta carga sea para ti tal cual es el peso de las alas para las aves; si las aves tienen el peso de las alas, se elevan; si lo pierden, acordarán en tierra» (San Agustín)El resucitado es el mismo que fue crucificado (no es un espíritu), lo confirma el hecho de